PROYECTO

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Antecedentes

La arquitectura es el escenario donde transcurre el teatro de la vida, donde se crece, se sueña, se siente. La tarea del arquitecto es hacer que los espacios creados sean acogedores, confortables, abiertos a la felicidad, al existir y al sentir de quien los vive.

Generar estrategias pedagógicas para que arquitectos o todo quien pueda hacerlo, logren espacios felices es el reto propuesto, además de abrir las puertas de la arquitectura y todo lo que ella conlleva a los niños es un sueño que se está haciendo realidad gracias al espacio abierto en “Colibrí, arte y arquitectura para todos”.

Descripción

 

¿Por qué colibrí?

El colibrí es un ave nativa americana de gran colorido y según su especie el pico se adapta a las flores de cuyo néctar se alimenta. Su desplazamiento adelante y atrás es único.

Colibrí arte y arquitectura para todos, nace en Colombia, buscando llegar a niños de diferentes edades por medio de talleres, donde se aprende a leer y sentir el espacio apoyados de diferentes ejercicios lúdicos y de expresiones artísticas que permiten comprender las experiencias personales.

El espacio en movimiento, el espacio en el tiempo, el espacio del recuerdo. El espacio arquitectónico, los ambientes pedagógicos y la influencia del espacio en el desarrollo integral de los niños en su primera infancia, es decir en los primeros 5 años de vida, en los campos cognitivo, físico, emocional, afectivo y social. Estas fueron las bases para iniciar el proyecto Colibrí, pero no se quedó allí y se proyectó a otros rangos de edad, siempre con el objetivo de sentir el espacio que nos contiene, desarrollando en los niños el reconocimiento de su cuerpo en su entorno próximo y cercano.

 

Resultados

En su inicio, para detectar la relación de los niños con su entorno, Colibrí desarrolló un primer grupo de cinco talleres, denominado “Mi cuerpo en el espacio”, conformado por “La serpiente”, “Moviéndonos”, “de M2 a M3”, “Formas” y “volúmenes”. En todos ellos, apoyados de la lectura de cuentos, se generaron juegos de desplazamiento y movimiento, de reconocimiento, de  exploración, incluso de viajes en el tiempo. Y posteriormente se realizaron actividades de expresión gráfica donde se reproducían algunas de  las experiencias obtenidas en el taller.

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Entre ésta primera etapa, el taller “de M2 a M3” ha sido el taller más realizado de todos los talleres propuestos. En él se y permite a los niños reconocer su propio cuerpo como unidad de  medida.

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En la segunda etapa, se desarrolló un nuevo grupo de talleres denominado “Mi cuerpo, mi casa, mi cosmos”. Aquí iniciando con las narraciones de historias imaginadas o de experiencias propias por parte de los niños, se busca el reconocimiento de su cuerpo en relación con el espacio circundante, descubriendo las propiedades y características, sintiendo el espacio y comprendiendo por qué prefieren habitar en algunos espacios específicos. Finalmente se grafican  las sensaciones propias dentro del espacio en  cada uno de  los talleres.

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Colibrí sigue volando y se deleita con el néctar disponible en las flores del Departamentos de Bolívar, al norte de Colombia, en municipios rivereños al río Magdalena, donde se realizaron actividades en espacios cerrados y recorridos al aire libre con niños y jóvenes de la región. Con los talleres se establece el reconocimiento del espacio, el movimiento, la luz, el olor y el sonido de  cada espacio. Se descubren la magia y la ensoñación del entorno.